La naturaleza diseñó la leche materna para los bebés. Es el alimento ideal para el bebé. Tiene el equilibrio adecuado de nutrientes de un modo que los aparatos y los sistemas corporales inmaduros del bebé los aprovechen con mayor facilidad. Además, dado que fue diseñada para el bebé, la leche materna no le daña el estómago e, incluso, cambia a medida que el bebé crece.
La leche materna tiene un alto contenido de los nutrientes que ayudan al crecimiento del cerebro y al desarrollo del sistema nervioso. Contiene células inmunitarias y otras sustancias que previenen las infecciones. Desde luego, la leche materna también es el primer alimento perfecto para ayudar a que el bebé alcance todas las facetas del crecimiento y el desarrollo ideales.
¿Qué diferencias tiene la leche de una madre de un bebé prematuro?
La leche de las madres de bebés prematuros tiene algunas diferencias con respecto a la de las madres que han dado a luz a término. Las diferencias se describen a continuación.
Nutrientes importantes
En los estudios se ha determinado que la leche de las madres de bebés prematuros tiene más grasas, proteínas y minerales (sodio, hierro y cloruro) en comparación con la de las madres que han dado a luz a término. Está especialmente adaptada para satisfacer las necesidades de un bebé prematuro.
Los bebés prematuros que se alimentan con leche materna suelen tener mejor vista. Estos bebés y otros bebés de alto riesgo alimentados con leche materna a menudo tienen un mejor desempeño en las pruebas de inteligencia a medida que crecen. Esto se debe sobre todo a ciertos tipos de grasas (cadenas de ácidos grasos) que hay en la leche materna. Las fórmulas infantiles no pueden aportar las mismas grasas en las mismas cantidades. Sin embargo, estas grasas son importantes para el crecimiento y el desarrollo de los ojos, el cerebro y el sistema nervioso de los bebés de alto riesgo.
Durante las últimas semanas de gestación, el bebé produce una gran cantidad de tejido corporal. Dado que los bebés prematuros nacen antes de tiempo, deben producir este tejido después de nacer. Para hacerlo, se necesitan las proteínas, y la leche de las madres de bebés prematuros contiene un poco más de esas sustancias. Además, las proteínas están en una forma que el bebé las aprovecha con mayor facilidad. Otras proteínas extra en la leche de las madres de bebés prematuros tienen niveles más altos de ciertas propiedades antiinfecciosas, entre ellas, algunas que protegen a los bebés contra las infecciones digestivas y respiratorias.
Combate las infecciones
Solo la leche materna contiene muchos tipos de sustancias que combaten las infecciones y ayudan a prevenir las infecciones leves a graves en los bebés. La leche de las madres de bebés prematuros contiene niveles más altos de estas sustancias. Los anticuerpos de la leche materna protegen directamente al bebé contra las infecciones. Otras sustancias de la leche crean un entorno favorable para las bacterias beneficiosas (microflora habitual). Además, estas sustancias son hostiles para las bacterias perjudiciales, los virus o los parásitos. La leche materna también parece contener sustancias que ayudan al desarrollo del sistema inmunitario del bebé y a su mejor funcionamiento.
Las sustancias de la leche materna que combaten las infecciones son especialmente beneficiosas para los bebés prematuros y otros bebés de alto riesgo, ya que estos bebés son más propensos a contraer infecciones con mayor facilidad. Los bebés que reciben leche materna tienen muchas menos probabilidades de sufrir diarrea y una enfermedad digestiva grave llamada enterocolitis necrotizante mientras están en la unidad de cuidados intensivos neonatales. En caso de ocurrir alguno de estos problemas, por lo general son de menor gravedad en los bebés que se alimentan con leche materna. Los bebés que son amamantados de manera exclusiva o casi exclusiva y aquellos que reciben leche materna previamente extraída también tienen menos infecciones gastrointestinales, respiratorias, en los oídos y las vías urinarias después del alta del hospital.
Fácil digestión
Dado que la naturaleza hizo la leche materna para los bebés, este es el alimento que el bebé digiere con mayor facilidad. Para todos los bebés, un primer alimento nutritivo y fácil de digerir es importante, pero es especialmente beneficioso para el tubo digestivo inmaduro de un bebé prematuro, así como para los sistemas y aparatos más sensibles de muchos otros bebés de alto riesgo. El bebé es capaz de descomponer por completo la leche materna en sus partes básicas, y este proceso insume menos energía de la que se usaría para digerir la fórmula. Por lo tanto, los nutrientes, las sustancias que combaten las infecciones y todos los demás ingredientes de la leche materna están más accesibles para dar energía al cuerpo del bebé y promover el crecimiento y el desarrollo.
Facilidad de uso
La biodisponibilidad hace referencia a la facilidad con la que el cuerpo puede usar los nutrientes de un alimento. La biodisponibilidad de la leche materna es alta, lo que significa que el bebé obtiene más beneficios de esos nutrientes. Esto es así incluso en el caso de los nutrientes como el hierro, cuyos niveles en la leche materna son más bajos en comparación con la fórmula infantil, ya que el cuerpo del bebé puede absorberlos y utilizarlos. También significa que el bebé ahorra la energía que necesitaría para eliminar cualquier nutriente que le haya resultado difícil digerir o utilizar.
Es idónea
La leche materna es idónea para los sistemas y los aparatos del cuerpo del bebé. Esta idoneidad le permite al bebé digerir y utilizar la leche con mayor facilidad, y gastar mucha menos energía en las funciones fisiológicas. Además, se cree que la idoneidad es una razón por la que los bebés que son alimentados con leche materna son menos propensos a tener problemas de alergias en la piel.
Todos estos beneficios de la leche materna significan que el cuerpo del bebé puede trabajar menos y, aun así, recibir una mejor nutrición, lo que implica un esfuerzo menor para el corazón, los pulmones, los intestinos y los riñones del bebé. Esto también permite que el bebé de alto riesgo utilice más energía para crecer y recuperarse. Al alimentar al bebé con leche materna, usted está creando un medicamento que ningún hospital puede producir, y los bebés que lo reciben suelen estar listos antes para la alimentación por vía oral. Además, pueden recibir el alta más pronto que los bebés de alto riesgo a los que se les administra otro tipo de alimentación.