Estimulación cerebral profunda
¿Qué es la estimulación cerebral profunda?
La estimulación cerebral profunda se vale de estímulos eléctricos para tratar afecciones neurológicas, como la enfermedad de Parkinson, los temblores y la distonía. Ayuda con problemas del movimiento, por ejemplo, la rigidez, la dificultad para caminar y el movimiento lento. No cura estas afecciones, pero puede aliviar los síntomas. También puede disminuir la cantidad de medicamentos que necesita. Y, además, puede ayudar a tratar la depresión. Hay investigaciones en curso para determinar su eficacia.
Los síntomas de la enfermedad de Parkinson y de otras afecciones neurológicas que están relacionados con el movimiento se deben a fallas de las señales eléctricas en las partes del cerebro que controlan el movimiento. La estimulación cerebral profunda no daña el tejido cerebral. Más bien, bloquea las fallas que provocan los temblores y otros síntomas de movimiento.
La estimulación cerebral profunda se hace colocando un electrodo dentro del cerebro. El electrodo está conectado a un neuroestimulador (generador eléctrico) muy pequeño que se coloca en el pecho o el abdomen. Se envían corrientes eléctricas del neuroestimulador al electrodo en la parte específica del tejido cerebral que provoca los síntomas.
¿Por qué podría necesitar la estimulación cerebral profunda?
Puede ser una opción para algunas personas con problemas neurológicos si los medicamentos no funcionan bien o si los efectos secundarios de los medicamentos interfieren en las actividades diarias.
Uno de los usos principales de la estimulación cerebral profunda es tratar los síntomas de la enfermedad de Parkinson. Puede ayudar cuando los medicamentos ya no funcionan o si empeoran los problemas de movimiento o los efectos secundarios. Sin embargo, la estimulación cerebral profunda no impide que la enfermedad de Parkinson siga empeorando con el tiempo.
La estimulación cerebral profunda se puede usar para tratar lo siguiente:
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Temblor esencial (o temblor hereditario). Este problema de salud produce un temblor rítmico de las manos, la cabeza, la voz, las piernas o el tronco.
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Dolor intratable. Un dolor que no se puede aliviar con tratamientos médicos ni quirúrgicos habituales.
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Distonía. Es un trastorno del movimiento en el cual los músculos se contraen involuntariamente.
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Epilepsia. Es una enfermedad a largo plazo (crónica) que provoca convulsiones, las cuales pueden producirse sin previo aviso y repetirse una y otra vez.
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Afecciones relacionadas con la salud mental (psiquiátricas), como el trastorno obsesivo-compulsivo, la ansiedad y la depresión, cuando estas no responden a los medicamentos ni a otros tratamientos.
Su proveedor de atención médica también puede tener otros motivos para recomendarle la estimulación cerebral profunda.
No todas las personas que tienen estos problemas de salud son buenos candidatos para este procedimiento. Hable con un neurólogo que se especialice en trastornos del movimiento para analizar si la estimulación cerebral profunda puede ser adecuada para usted.
¿Cuáles son los riesgos de la estimulación cerebral profunda?
Al igual que con cualquier procedimiento, puede haber complicaciones. Entre ellas, se encuentran las siguientes:
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Reacciones a la anestesia
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Hemorragias cerebrales
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Pérdida de líquido cefalorraquídeo (el líquido transparente que rodea el encéfalo y la médula espinal)
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Infección
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Ataque cerebral
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Dolor o hinchazón en el lugar de la cirugía
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Desplazamiento del electrodo
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Reacción alérgica a elementos del dispositivo implantado
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Desconexión o mal funcionamiento del cable del dispositivo
Estos son algunos efectos secundarios que pueden presentarse después de la cirugía:
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Hormigueo temporal en la cara y las extremidades
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Parálisis leve
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Problemas para hablar o para ver
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Sensación de impacto o sacudida
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Mareos o pérdida del equilibrio
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Disminución de la coordinación
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Problemas para concentrarse
Es posible que haya otros riesgos, según la afección específica. Hable con su proveedor de atención médica sobre cualquier inquietud que tenga antes del procedimiento.
¿Cómo me preparo para una estimulación cerebral profunda?
La estimulación cerebral profunda requiere un compromiso para participar en evaluaciones, procedimientos y consultas tanto antes como después de realizar el procedimiento. Por lo general, solo está disponible en centros médicos grandes. Si no vive cerca de un centro médico que la haga, es posible que tenga que pasar mucho tiempo viajando. Además, el procedimiento y las citas pueden ser costosos. También es importante que tenga expectativas realistas. Si bien la estimulación cerebral profunda puede aliviar los síntomas, no curará la afección.
Antes del procedimiento, lo evaluarán para determinar si es una buena opción para usted. Tendrá que hacerse pruebas para revisar la memoria y el pensamiento. Es posible que vea a un psiquiatra para determinar si tiene una afección como la depresión o la ansiedad que sea necesario tratar antes de la estimulación cerebral profunda.
Pregunte a su proveedor de atención médica qué podría ser necesario que haga durante los días y las semanas antes de la estimulación cerebral profunda, por ejemplo algún cambio en su dieta o dejar algún medicamento.
¿Qué sucede durante la estimulación cerebral profunda?
Por lo general, implantar un dispositivo de estimulación cerebral profunda requiere que permanezca uno o más días en el hospital. Los procedimientos pueden variar según su afección y las prácticas de su proveedor de atención médica. El dispositivo y el neuroestimulador se pueden colocar al mismo tiempo. O quizás se coloque el neuroestimulador en otro procedimiento posterior. Hable con su proveedor de atención médica sobre lo que puede esperar.
Por lo general, en la cirugía para la estimulación cerebral profunda se siguen estos pasos:
Implantación del conductor
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Le inyectarán un anestésico en el cuero cabelludo. Se coloca un marco en la cabeza para mantenerla en la posición correcta durante el procedimiento. Se realizará una tomografía computarizada o una resonancia magnética para determinar el lugar específico del cerebro en el que irá el electrodo.
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Estará despierto durante la cirugía. Le pedirán que mueva determinadas partes del cuerpo mientras se coloca el conductor.
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Después de inyectar más anestésico en el cuero cabelludo, el neurocirujano hará una pequeña perforación en cráneo para colocar el conductor.
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Se tomarán registros a medida que el conductor se mueve por el tejido cerebral. Así se sabe en qué lugar exactamente se debe colocar. Es posible que le pidan que mueva la cara, un brazo o una pierna en determinados momentos mientras se toman los registros.
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Una vez que se haya encontrado la ubicación precisa, se conectará el conductor con un neuroestimulador externo. Se dará estimulación eléctrica por el conductor por un período breve para ver si los síntomas se alivian. El cirujano puede causar efectos secundarios a propósito con la estimulación eléctrica para asegurarse de que el conductor esté en el lugar correcto.
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Se conectará el conductor después de que esté en el lugar adecuado. Se colocará un cable debajo del cuero cabelludo para acoplar el conductor a una extensión y al neuroestimulador.
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Se cerrará el orificio del cráneo con un tapón de plástico y puntos.
Colocación del neuroestimulador
Quizás se haga en el momento en que se coloca el electrodo, o quizás no.
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Le administrarán anestesia general para que esté dormido durante el procedimiento.
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El neuroestimulador se coloca en una “bolsa” debajo de las capas externas del tejido cutáneo. Con frecuencia se coloca justo debajo de la clavícula, o en el pecho o el abdomen.
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Se conectará el cable de la extensión al neuroestimulador y al conductor en el cerebro.
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Una vez implantado el neuroestimulador, se lo programa para que envíe una señal eléctrica. Por lo general, la programación se hace unas semanas después de colocar el neuroestimulador.
Programación del neuroestimulador
La programación del neuroestimulador es un proceso que se hace con el tiempo. Probablemente regresará varias veces para que se hagan ajustes en las configuraciones. También le pueden ajustar los medicamentos. El objetivo es controlar los síntomas con la cantidad más adecuada de estimulación eléctrica y medicamentos.
Una vez que se establezca la mejor combinación, tendrá que regresar de vez en cuando para controles. Su proveedor de atención médica planificará las visitas de control según su situación particular.
Le darán un imán para encender o apagar el neuroestimulador según las condiciones que le indique su proveedor de atención médica.
El tamaño del neuroestimulador es parecido al de un cronómetro. Funciona con una batería de larga duración que por lo general dura de 3 a 5 años. Cuando la batería empiece a agotarse, se reemplazará el neuroestimulador por uno nuevo en un procedimiento ambulatorio.
¿Qué ocurre después de la estimulación cerebral profunda?
En el hospital
Estará bajo observación para controlar que no haya complicaciones, como convulsiones. En general, la estadía en el hospital después de una estimulación cerebral profunda es de 24 horas. Pero quizás deba quedarse unos días más si surgen problemas. Antes de que le den el alta del hospital, se harán los arreglos para una visita de control con su proveedor de atención médica. También recibirá instrucciones para el cuidado en su casa.
En su casa
Una vez que regrese a casa, es importante que mantenga las heridas limpias y secas. El proveedor de atención médica le dará instrucciones específicas para bañarse. Si tiene puntos, se los quitarán en la visita de control en el consultorio. Si se usaron tiras adhesivas, debe mantenerlas secas. Suelen salirse en unos pocos días.
Cómo vivir con un neuroestimulador de estimulación cerebral profunda
Tenga en cuenta estas precauciones. Hable sobre ellas con su proveedor de atención médica:
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Lleve consigo una tarjeta de identificación que avise que tiene un neuroestimulador de estimulación cerebral profunda. Quizás también sea conveniente que use un brazalete de identificación médica.
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Avise al personal de los detectores de seguridad del aeropuerto que tiene un neuroestimulador antes de pasar por los detectores. Por lo general, los detectores de los aeropuertos son seguros. Pero la pequeña cantidad de metal en el neuroestimulador puede encender la alarma. Si lo eligen para seguir la detección con dispositivos manuales, avise educadamente al personal que no se debe dejar el dispositivo por más de unos segundos encima del neuroestimulador. Estos dispositivos contienen imanes. Pueden afectar el funcionamiento o la programación del neuroestimulador. Quizás sea conveniente que lleve una nota de su proveedor de atención médica acerca del dispositivo implantado.
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No podrá hacerse algunos procedimientos de resonancia magnética. El motivo es que estos aparatos usan imanes grandes para tomar las imágenes.
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Debe mantenerse alejado de campos magnéticos grandes, como los generadores de energía y las chatarrerías para automóviles en las que se usan imanes grandes.
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No use calor para tratar los músculos en fisioterapia.
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Manténgase alejado de los aparatos de alto voltaje o con radar, como los transmisores de radio y televisión, las soldadoras de arco eléctrico, los cables de alta tensión, las instalaciones de radar o los hornos de fundición.
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Si le van a hacer una cirugía programada, avise a su cirujano que tiene un neuroestimulador mucho antes de la cirugía. Además, pídale a su proveedor de atención médica recomendaciones en cuanto a algo en especial que deba hacerse antes de la cirugía o durante esta. El dispositivo de electrocauterización que controla el sangrado puede interferir con el neuroestimulador.
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Cuando haga actividades físicas, recreativas o deportivas, protéjase para no dañar el neuroestimulador. Un golpe en el pecho cerca del neuroestimulador puede afectar su funcionamiento. Si recibe un golpe en esa zona, debe comunicarse inmediatamente con su proveedor de atención médica para que lo revise.
Efectos a largo plazo de la estimulación cerebral profunda
La estimulación cerebral profunda puede aliviar los síntomas de temblores, rigidez, lentitud y problemas de movimiento. Además, puede ayudar a bajar la dosis necesaria del tratamiento con medicamentos. Disminuir la dosis puede aliviar los efectos secundarios del uso prolongado del medicamento. Muchas personas notan una mejoría en sus síntomas que dura varios años después del procedimiento. Pueden realizar actividades básicas, como comer, ir al baño y vestirse. La memoria, el pensamiento y el estado de ánimo pueden verse afectados o no. Muchas afecciones neurológicas son progresivas, por lo que pueden surgir problemas más adelante. Si eso ocurre, los beneficios obtenidos con la estimulación cerebral profunda pueden llegar a perderse.
Próximos pasos
Asegúrese de saber lo siguiente antes de aceptar someterse al procedimiento:
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El nombre de la prueba o del procedimiento
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Los motivos por los que se realiza la prueba o el procedimiento
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Los resultados que puede esperar y qué significan
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Los riesgos y los beneficios de la prueba o del procedimiento
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Los efectos secundarios y las complicaciones posibles
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Cuándo y dónde le realizarán la prueba o el procedimiento
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Quién es la persona que realizará la prueba o el procedimiento y sus conocimientos o experiencia
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Qué sucedería si no se realizara la prueba o el procedimiento
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Las pruebas o los procedimientos alternativos disponibles
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Cuándo y cómo obtendrá los resultados
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A quién llamar luego de la prueba o del procedimiento en caso de tener preguntas o problemas
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Cuánto deberá pagar por la prueba o el procedimiento